martes, 19 de julio de 2011

Aventureros almerienses

En redacción, uno escucha de todo.
Tras (casi) tres semanas he oído cosas que se pueden contar y cosas que no deberían salir de las cuatro paredes donde se hacen las reuniones. Egos enfrentados de gente de redacción y sermones estilo San Pedro de directores que hablan sobre la competencia.
Pero no, para primicias de estas categorías ya tenemos al News of the World... ams, no, que ese lo acaban de chapar. Pues le tendré que dedicar una entrada esta semana.

Al tema. Resulta que una familia alquiló un hidropedal para disfrutar de las costas almerienses y pedaleando y pedaleando, se perdieron en alta mar. Sí, así de triste y de guión de película.
Ahora es el momento en el que te puedes revolcar de la risa, pensar en cómo ha podido suceder eso y, sobre todo y lo más divertido, elucubrar (imitando al gran Goyo Jiménez, elucubrar o para los de la LOGSE, cavilar, pensar, imaginar) la situación que vivió esta pobre familia.

Objeto que provocó la catástrofe:


Patera se encuentra con familia y le explica que va en dirección opuesta.
Patera salva a familia que se había perdido en hidropedal.

Son algunos de los posibles titulares que surgen tras conocer esta pobre información. ¿Cómo es posible que se dediquen a pedalear y no se den cuenta de que pierden de vista la costa? Son misterios que solo se solucionarán cuando se pregunte a estos sujetos.
Así que, la moraleja de esta entrada, si viajan, tengan un mapa y no se olviden del cinturón. Si hidropedalean, no pierdan de vista la línea de playa, por favor.


PD: Para los que realmente se hayan preocupado que sepan que el servicio de guardacostas los encontró sanos y salvo.

2 comentarios:

  1. Parece sacado de 'El Mundo Today' xD. ¡Véndeles la idea, que seguro que cuela!

    Me imagino a los pobres inmgrantes pensando:

    - Pues sí que debe estar jodida la cosa en España para que quieran emigrar a África.

    Totalmente surrealista.

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  2. Según me han informado hoy se han dado casos de personas perdidas en balsas plástico, de esas de los chinos. Y pensar que tenemos miles de años de evolución a nuestras espaldas...

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